Abstract
El artículo muestra cómo para una universidad, serán los diversos públicos de su entorno los que construirán permanentemente todo un sistema de creencias y experiencias significantes en relación a su representación organizacional. Será la habilidad comunicativa de la institución la que logre difundir esa personalidad, esa actitud y esos valores diferenciales para relacionarlos con los productos y servicios educativos que ésta ofrece.